"EU?! Hvala, ne!"

Álvaro Ballesteros envía una fotografía tomada a mediados de 2009 en las calles de Belgrado en la que recoge un abigarrado conjunto formado por grafitis, una esquela, anuncios, un cartel de "se busca mascota perdida", carteles anti-OTAN, políticos y religiosos rasgados y superpuestos una y otra vez. El plano lo preside un grafiti que reza: "UE?! ¡No, gracias!", y que refleja el desencanto de una Serbia con oscuras perspectivas político-económicas con respecto a una Unión Europea cuyos miembros han patrocinado la secesión de Kosovo y mantienen al pueblo serbio como el gran paria de Europa.